Donde viven los monstruos

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La llegada de Toy Story a las pantallas cinematográficas en 1995 abrió la puerta al cine de animación hecho por ordenador. Desde entonces no es extraño tener cada año en nuestras carteleras una gran variedad de películas de este género. Sin ir más lejos, si hoy vamos al cine nos encontraremos con Planet 51, una coproducción entre España y Reino Unido, o Lluvia de Albóndigas.

Afortunadamente, siempre hay algún creador con propuestas diferentes y arriesgadas que se salen de lo meramente comercial, como es el caso de Spike Jonze, que en esta ocasión nos sorprende con una película infantil.

Spike Jonze es un joven realizador proveniente del mundo del videoclip, que en 1999 nos dejó a todos clavados en la butaca con la película Cómo ser John Malkovich, un film con una estética innovadora, un guión impecablemente original ideado por Charlie Kaufman (con quién repetiría en la también asombrosa El ladrón de Orquídeas), y un cásting perfecto, con una Cameron Díaz prácticamente irreconocible.

Ahora Jonze vuelve con Donde viven los monstruos, una película basada en el libro infantil de Maurice Senak que narra la historia de un niño incomprendido, con una gran imaginación, que se escapa de casa y viaja al lugar donde viven los monstruos. Rodeado de esos seres gigantes, de fuerza y emociones salvajes, será coronado rey y su papel principal será guiarles y mostrarles el camino hacia la felicidad. Pero el pequeño pronto se dará cuenta de que gobernar no es tan fácil como pensaba.

El plantel de actores no deja nada que desear, empezando por el descubrimiento del pequeño Max Records, hasta llegar a actores y actrices tan consagrados como Catherine Keener (que ya trabajó con Jonze en Cómo ser John Malkovich), James Gandolfini, Mark Ruffalo, Chris Cooper (El ladrón de Orquídeas), Forest Withaker o Paul Dano.

En Donde viven los monstruos no hay tiempo para el aburrimiento. Se trata de una película tierna y conmovedora que nos aproxima al universo particular de Spike Jonze, y que trata sobre la infancia y la imaginación, moviéndose en el terreno de lo fantasioso. Sin efectos especiales ni técnicas 3D, el film se desarrolla en escenarios reales, con actores de carne y hueso, dónde el espectador se perderá sin esfuerzo, y cuando quiera darse cuenta, se verá metido en la película acompañando de la mano al pequeño protagonista en cada una de sus pequeñas aventuras con los adorables monstruos.

La película es altamente recomendable tanto para niños necesitados de otro cine infantil, como para adultos dispuestos a soñar y dejar volar su imaginación durante una hora y cuarenta minutos.

El único inconveniente que le veo es que pase inadvertida ante tanto título comercial y tanta película de animación. Yo sin duda alguna os la recomiendo, y si os gusta, practicad el boca-oreja. Va a ser el único remedio para que sobreviva en la cartelera.

Puntuación El Rotoscopio: 8/10
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