viernes, 7 de septiembre de 2012

Alien, el octavo pasajero

Hace unas semanas conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Tony Scott, hermano Ridley Scott, del que justo el día antes había revisado una de sus obras cumbre: la primera entrega de Alien.


La película estrenada en el año 1979 es un referente tanto del cine de Ciencia Ficción como en el de terror (sobretodo esta primer parte tiene un fuerte componente Slasher en el que el Alien podría ser un psicópata que se va cargando a sus víctimas en la laberíntica nave de carga), y supuso el golpe de efecto en la recién comenzada carrera de Sigourney Weaver en uno de sus personajes más carismáticos, Ripley, una mujer fuerte y decidida que tiene que lidiar con un equipo insubordinado hasta la llegada del Alien, dónde coge la sartén por el mango. De todas formas la película es bastante coral y el protagonismo de la actriz no se revela hasta que avanza bastante el metraje.


Leyendo por ahí he sabido que la intención del director era acojonar a la audiencia masculina a través de ciertas connotaciones sexuales o biológicas asociadas al género femenino por defecto (parto, acoso sexual,…) que en este caso se producen en hombres. A todo ello hay que mezclarle el terror a lo desconocido, al espacio, a la oscuridad, a las criaturas biológicamente superiores… y tenemos una película que da mucho miedo, aunque hayan pasado los años.

Un clásico que no os podéis perder.

1 comentario:

Nuriyoko dijo...

Justo ayer la ví. Y si que da miedo y algun susto... ;) jijiji

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