lunes, 2 de septiembre de 2013

Hayao Miyazaki se retira

Leo hoy, de casualidad, que Hayao Miyazaki ha ido al festival de Venecia a presentar su última película, Kaze Tachinu (El viento se alza/eleva o como la quieran traducir por aquí). Hasta aquí seria una buena noticia si no fuera porque, literalmente, esta va a ser su última película.


A sus 72 años, Hayao Miyazaki ha decidido que ha llegado el momento de retirarse como director de películas de animación, y nos deja a todos los fans del estudio Ghibli un gran vacío, pero con ganas de reivindicar su extensa y interesante carrera (lo que Miyazaki y el estudio Ghibli han hecho por la animación nipona poco tienen que envidiar lo que Walt Disney hizo en su momento con la animación en general, y por eso se ha ganado el respeto de una industria que muchas veces ha intentado mirar al cine de animación como un producto "menor").

Totoro se convirtió en un icono desde el principio, de hecho es el logotipo del Estudio Ghibli 

Miyazaki ha creado algunos de los personajes más reconocibles de la animación de los últimos treinta años: El es el padre de Totoro (Mi Vecino Totoro), el espíritu del bosque que espera bajo la lluvia mientras acompaña a una pequeña niña cuya madre está enferma de tuberculosis, Ponyo (Ponyo en el acantilado), la pequeña niña pez que quería ser humana y vivir en la tierra, Chihiro (El Viaje de Chihiro) y el sinfín de espíritus con los que tiene que lidiar para poder devolver a sus padres a su forma humana después de que se convirtieran en cerdos por un hechizo, entre muchos otros.

Ponyo, Ponyo, es una niña pez,
del mar ella ha venido,
verás que guapa es.
Si me conocéis, casi seguro que os he cantado esta canción alguna vez...
Esta es, sin lugar a dudas, mi película favorita de Miyazaki.

Miyazaki supo combinar sus películas para niños (decían los expertos que con los años fue encontrando cada vez más su niño interior) con películas para personas más adultas como La Princesa Mononoke, Nausicäa del Valle del Viento o Porco Rosso, que reivindicaban, como sus películas infantiles, la fantasía  el ecologismo, la protección de la naturaleza y la importancia del mundo espiritual.

La Princesa Mononoke fue una de mis más importantes experiencias cinéfilas en la adolescencia, y junto a Evangelion uno de mis grandes puntales para aficionarme al anime "adulto".

Miyazaki ha creado, pues, personajes icónicos y ha transmitido unos valores que sus espectadores y fans hemos decidido seguir y disfrutar: como son su amor por las pequeñas cosas de la vida y por el mantenimiento sostenible de nuestro planeta (desde Nausicäa hasta Ponyo este ha sido el mensaje que más claro nos ha querido enviar a todos, y vaya si lo ha conseguido).

Miyazaki tiene un estilo muy personal, tanto que sus "viejas brujas" son perfectamente reconocibles. Aquí tenemos a Yubaba junto a una asustada Chihiro. Otro de mis grandes referentes cinéfilos.

Así pues, desde el Rotoscopio solo podemos agradecerle al maestro su buen hacer, su colección de grandes películas (que en una trayectoria tan larga no hayan pinchazos es muy difícil  y que su legado se perpetúe en el estudio que fundó.

Nausicäa es su primera película dentro del estudio Ghibli (segunda en total), basada en un manga suyo, probablemente sea una de sus películas más "adultas" junto a Mononoke y Porco Rosso, y ya dejaba clara su pasión por la naturaleza.

Gracias por todo, maestro.


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