Resistirse a una comedia protagonizada por Meryl Streep, Alec Baldwin y Steve Martin. Y no es tan fácil sobretodo porque al segundo y al tercero les hemos visto hacer mucho el payaso, pero ver a Meryl comportándose como una quinceañera como ya hiciera en Mamma Mia no tiene precio, por mucho que a mi estimada Vir no le guste esta película.
Para empezar dejemos claro que esta es una comedia romántica de manual. Si estas situaciones las protagonizasen veinteañeros (o treintañeros) haciéndose pasar por adolescentes en el último año de instituto, creo que no tendría ni la mitad de gracia, pero seamos realistas, esta nueva hornada de comedias con protagonistas maduros que busca desmarcarse del cine de consumo para adolescentes es fascinante, y con pocos recursos consiguen destacar.
En este caso en concreto, Meryl Streep encarna a Jane, una madura divorciada cuyo ex marido está con una joven que poco a poco supera el bache que le supuso su divorcio gracias a su trabajo como gerente de una confitería/cafetería (parece que a la señora Streep le gusta meterse entre fogones). A raíz de unas reformas en su casa que constituyen la piedra angular para dejar atrás su antigua vida, conoce a Adam (Steve Martin), un arquitecto recién divorciado que le hace un poco tilín, aunque es un poco panoli. Pero en estas que su ex, Jake (Alec Baldwin), que es un poco como el perro del hortelano, se encapricha otra vez de su mujer y acaban teniendo una aventura. De esta manera Jane acaba siendo la amante de su ex marido, mientras otro hombre, sin saberlo, intenta cortejarla.
Una comedia simpática con más salidas de tono de las que se podrían esperar teniendo en cuenta el trio protagonista (la escena del hotel entre Streep y Baldwin forma parte de mis escenas favoritas de comédia desde ya, así como la escena que desencadena el final), en el que el protagonismo se lo llevan sobretodo el ex marido de Kim Basinger y, sobretodo, una alocada y excelente Meryl Streep. Steve Martin en este caso, haciendo de buenazo, tiene un papel menos jugoso, pero en cierto caso es con el que más empatizas (de no ser porque es un poco papanatas).
Como sabeis, en el Rotoscopio no tenemos prejuicios, y si una película nos ha hecho reir… ¡Qué narices! Pues ha cumplido su propósito, y por ello os la recomendamos.
PD: Vir en su momento ya nos ofreció su visión sobre la película. Sorprendentemente, esta vez compartimos una visión bastante parecida.
2 comentarios:
Efectivamente. Esta película deja muy buen sabor de boca y te lo pasas de rechupete. ¡Yo me divertí! Y es que a menudo apetece eso de ver 'gamberradas' de los grandes de Hollywood y esta peli lo prometía.
Pues la verdad es que el toque gamberro es lo que hace que sea una buena película, xq queremos ver a los grandes haciendo el tonto.
Ver a Jim Carrey haciendo el idiota no tiene sentido, pero a estos si.
Publicar un comentario