Terceras partes, a veces, son muy buenas: Toy Story 3

Saludos terrícolas!

¿No os ha pasado a veces que os da vergüenza ir al cine por algún motivo y tenéis que buscaros una “excusa” para poder ir? Me refiero al típico “voy a acompañar a mi hermano pequeño”, “La que quiere verla es mi novia”…; pues este fin de semana me sentía sin excusas para ir a ver Toy Story 3, y pese a que al principio me aterró este sentido de la vergüenza me animé a ir a ver la última de PIXAR, y estoy contento de haber superado mis prejuicios.

Esta tercera parte es un paso más en la saga de los juguetes. Se recuperan prácticamente todos los personajes (excepto la pastorcilla) y hay muchos momentos homenaje. Los años no han pasado en vano y los juguetes están abandonados en un baúl. Su dueño está a punto de irse a la universidad y es el momento de separarse. Ante este hecho hay tres oportunidades: ser guardados en un desván, tirarlos a la basura o donarlos a la guardería.

Este avance (y conclusión) de la saga me ha parecido muy positivo, sobretodo por la aparición/relación de los personajes de Barbie y, sobretodo, el afeminado Ken. Este último es el mayor roba planos de una película de animación de los últimos tiempos.

When a men loves a woman,...

Me ha gustado, además, la secuencia inicial, donde se demuestra qué ve un niño cuando juega (con unos simpáticos trolls haciendo de huerfanitos), y los pequeños papeles que tienen los marcianitos verdes y “el gancho”, la pequeña aparición del muñeco de Totoro (en caro homenaje al estudio Ghibli y Hayao Miyazaki) así como las dos clases de la guardería “las mariposas” y “las orugas”.

El Gancho...

En definitiva, si queréis pasarlo como niños (nunca mejor dicho) esta es vuestra película.

Hasta el infinito, y más allá!!!!