domingo, 6 de febrero de 2011

Tenías que ser tú, Amy

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Siguiendo una tradición inglesa, Anna viaja por sorpresa de Boston a Dublín para proponerle matrimonio a su novio, quien se encuentra en la ciudad irlandesa por motivos de trabajo. Sin embargo, una gran tormenta altera sus planes de viaje y su única opción es pedirle ayuda a un joven y maleducado posadero con el que se embarca en una travesía por el país para llegar a tiempo a su cita y hacia el que verá despertar una inesperada atracción.


Tenías que ser tú es una más de esas comedias románticas con el mismo happy ending, aquí mezclada con el género de la road movie y repleta de clichés esperados, mil veces vistos y ya resabidos. No obstante, el ritmo narrativo es bueno y la película se sucede rápida, suave y entretenida (ese es un principal objetivo). Pero si en algo destaca este film del resto de comedietas dulzonas es en su cast, y si en algo me despertó el interés fue principalmente por su protagonista principal, que es ni más ni menos que la siempre interesante Amy Adams.


Hace ya algún tiempo que me declaré fan incondicional de la Adams y no es desmesurado declarar ahora que la he integrado en mi lista top five de actrices favoritas. Y como era de esperar, en Tenías que ser tú, no me ha defraudado lo más mínimo.


Amy Adams no solo muestra en este film una gran habilidad y arte para andar con tacones imposibles en la playa, sobre terreno fangoso o en suelo montañoso, si no que desplega todo ese gran talento interpretativo del que ya nos ha dado buena cuenta que posee, para echarse la película sobre sus espaldas y levantarla ella solita con gran solvencia.


Y es que a sus 36 años y con tan solo 6 dentro del star system hollywoodiense, ya ha conseguido tres nominaciones a los Oscars y una carrera imparable desde que en el año 2005 se diera a conocer con la película independiente Junebug (muy recomendable), a la que le han seguido títulos como Encantada (su primer papel en una producción 100% Hollywood), La Duda (le valió su segunda nominación al Oscar), Julie y Julia, o la recién estrenada The Fighter, por la que acaba de obtener su tercera nominación.

Amy Adams en Junebug (2005)

Con ese poder cautivador y un repertorio de personajes inocentes e ingenuos que enseguida conectan con el espectador, la actriz estadounidense ya ha conseguido el reconocimiento de la crítica y poco a poco va haciéndose hueco entre las grandes de la interpretación, y su nombre suena cada vez más en un gran número de producciones importantes (lo próximo: On the road, Encantada 2, The Muppets y encarnar a Janis Joplin en el biopic que prepara Fernando Meirelles), lo que tarde o temprano le acabará reportando, también, el reconocimiento del gran público.

Amy Adams en el rodaje de The Muppets (2011)

Quizá el próximo 27 de febrero sea su día y suba al escenario del Kodak Theatre a recoger su Oscar. Pero sea como sea, tenemos Amy Adams para rato porque esto solo ha hecho más que comenzar.

Puntuación de la película: 5/10
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2 comentarios:

Soyyoeldani dijo...

Me encanta.

Y es tu culpa!

Grácias!

Virginia M. dijo...

Claro, es que es amor.

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