El otro día estaba tan cansada, tan cansada, tan cansada, que necesitaba urgentemente una película con un argumento que me entretuviera sin tener que pensar demasiado, que me sacará alguna que otra carcajada o sonrisa, y me inyectara una dosis de optimismo revitalizante, por muy pequeña que fuera. La escogida entre las diferentes posibilidades que barajaba para ese momento tan especial fue 17 otra vez. Un error y un horror.
17 otra vez podría definirse como 'americanada', pero ese concepto es tan amplio que se hace necesario matizar: 17 otra vez es una americanada de las malas, de las que ni siquiera tienen ese tipo de moralejas del 'es malísimo prácticar sexo hasta el matrimonio', 'los homosexuales son gente normal', 'si eres el gordinflón feo del instituto no tienes que avergonzarte: tu belleza está en el interior'; es una americanada de las malas en las que se deja toda la responsabilidad en el actor de moda y el resto del reparto gira absurdamente a su alrededor interpretando a personajes sin substancia; es una americanada de las malas en las que lo más gracioso resulta absurdo y lo más absurdo resulta patético; es una americanada de las malas de las que solo viendo el tráiler ya puedes decir que has visto la película.
La película cuenta la historia de un hombre a quien en su etapa de instituto se le auguraba un futuro prometedor en el mundo del baloncesto, pero debido a una repentina paternidad ve truncado su sueño, ya que decide abandonarlo para dedicarse por entero a su nueva familia. A sus 35, hombre divorciado, con dos hijos adolescentes y vendedor de productos farmacéuticos, se ve de un día para otro convertido nuevamente en el joven de 17 años que era antes, lo que valora como una nueva oportunidad para conseguir lo que siempre quiso.
Concebida como una película para adolescentes con Zac Efron como protagonista absoluto, la cinta se queda en un film directo al consumo para niños de entre 9 y 11 años, debido a un guión más que flojito y cien por cien más que previsible. Los actores simplemente están, ya que por las características que requiere el producto tampoco les hace falta esforzarse más. Cabe destacar la presencia de Matthew Perry, como gancho extra, encarnando al personaje de Zac Efron en su vida adulta. Capítulo aparte merece Efron, la joven promesa masculina de la factoría Disney, que en cada proyecto en que participa demuestra toda su valía y versatilidad, dejando evidente que puede llegar a convertirse en un actor de apuesta segura en un futuro no muy lejano, fuera de los High School Musical y otras historias para niños y jóvenes.
Con todos estos ingredientes, 17 otra vez es una película muy recomendable para ver en familia, aunque se queda muy a años luz de otras películas Disney, mucho más entretenidas y menos propensas al bostezo.
Puntuación El Rotoscopio: 4/10
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Con todos estos ingredientes, 17 otra vez es una película muy recomendable para ver en familia, aunque se queda muy a años luz de otras películas Disney, mucho más entretenidas y menos propensas al bostezo.
Puntuación El Rotoscopio: 4/10
3 comentarios:
Pues vaya truño!
Bastante truño sí. La vi antes de que comentases lo de la Conejita en el campus y pensé 'buah, esta parece superficial pero cuando hable de la que he visto yo quedará más que evidente que estamos en un nivel cinematográfico preocupante'. Y bueno, el domingo de opos durante el café, cuando explicabas que la viste con tu hermano, no quise comentar nada de 'pues yo vi 17 otra vez', más que nada para que los presentes en ese momento no me miraran mal. Tú me comprendes pero ante los ojos de los demás tengo que mantener mi reputación...
Anda que... mira que tener que proteger tu reputación... xDDDDD
Pues el dia que vimos la conejita estuvimos a poco de ver esta, pero pensamos que donde esté Anna Faris y la Mansion PlayBoy que se quite el Hay Escul!
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