Montaje letal
por Virginia M.
por Virginia M.
Si hicíesemos un símil futbolístico para definir a Nine, ésta sería lo más parecido al Real Madrid. Un equipo repleto de estrellas creado a base de talonario, donde prima el lucimiento individual por encima del colectivo.
Nine tiene como protagonista absoluto a Daniel Day-Lewis (discrepo de lo que apunta el Sr. Rotoscopio al considerarlo un secundario), encarnando a un director de cine en crisis, alrededor del cual se pasean, bailan y cantan las seis mujeres de su vida, cuyo papel principal será el de devolverle la inspiración que necesita para escribir el guión de su próxima película.
El film de Rob Marshall tiene más contras que pros, y el principal es la falta de ritmo provocada por un montaje nefasto y letal. Las escenas musicales no están integradas en el film, a excepción de la protagonizada por Nicole Kidman, y actuan como piezas accesorias para la mera contemplación y disfrute de las actrices. Y es que a medida que avanza la película uno se da cuenta de que se puede seguir el argumento sin necesidad de las escenas cantadas y, por tanto, resultan del todo innecesarias.
Por lo que respecta al elenco de actores, en general todos están a la altura de las circunstancias, aunque el espectador puede llegar a pasar un mal rato viendo a Sofia Loren con su limitada capacidad de movimiento fruto de su avanzada edad, o a Nicole Kidman sin poder mover los músculos de la cara por el exceso de bótox al que todavía no nos acabamos de acostumbrar.
Daniel Day-Lewis está correcto aunque no tan sublime como se podría esperar interpretando a un personaje de esta magnitud. Marion Cotillard es, sin duda, la mejor de todo el reparto. Penélope Cruz está bien, natural y encantadora, pero empieza a desprender en su actuación un olor a encasillamiento peligroso y cansino como 'latina desparpajada con mal acento inglés'. Judi Dench simplemente me encanta. Kate Hudson aporta aire fresco al conjunto y protagoniza uno de los mejores números musicales. Sofia Loren está ahí, sin más, totalmente imprescindible. Nicole Kidman aporta su granito de glamour aunque está a años luz de sus mejores interpretaciones. Y finalmente, Stacy Ferguson, Fergie, que tiene un papel muy cortito pero nos regala el mejor número coreográfico de toda la película.
Pese a la decepción general que puede provocar la película, hay cosas rescatables que no caerán en el olvido, como los números musicales de cada una de las actrices (no solo habíamos visto cantar con anterioridad a Nicole Kidman, sino que también lo habíamos hecho con Marion Cotillard en La vie en rose, película con la que consiguió el Oscar en 2007), o la dedicatoria final a Anthony Minghella, director de películas tan emblemáticas como El paciente inglés o Cold Mountain, fallecido en 2008.
La película es muy recomendable para los fans de cualquiera de las actrices del reparto, pero no es apta para amantes del cine musical, ya que se llevarán un gran chasco al descubrir que no se trata de una película cantada sino de una película con independientes números musicales integrados.
Puntuación El Rotoscopio: 6/10
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El film de Rob Marshall tiene más contras que pros, y el principal es la falta de ritmo provocada por un montaje nefasto y letal. Las escenas musicales no están integradas en el film, a excepción de la protagonizada por Nicole Kidman, y actuan como piezas accesorias para la mera contemplación y disfrute de las actrices. Y es que a medida que avanza la película uno se da cuenta de que se puede seguir el argumento sin necesidad de las escenas cantadas y, por tanto, resultan del todo innecesarias.
Por lo que respecta al elenco de actores, en general todos están a la altura de las circunstancias, aunque el espectador puede llegar a pasar un mal rato viendo a Sofia Loren con su limitada capacidad de movimiento fruto de su avanzada edad, o a Nicole Kidman sin poder mover los músculos de la cara por el exceso de bótox al que todavía no nos acabamos de acostumbrar.
Daniel Day-Lewis está correcto aunque no tan sublime como se podría esperar interpretando a un personaje de esta magnitud. Marion Cotillard es, sin duda, la mejor de todo el reparto. Penélope Cruz está bien, natural y encantadora, pero empieza a desprender en su actuación un olor a encasillamiento peligroso y cansino como 'latina desparpajada con mal acento inglés'. Judi Dench simplemente me encanta. Kate Hudson aporta aire fresco al conjunto y protagoniza uno de los mejores números musicales. Sofia Loren está ahí, sin más, totalmente imprescindible. Nicole Kidman aporta su granito de glamour aunque está a años luz de sus mejores interpretaciones. Y finalmente, Stacy Ferguson, Fergie, que tiene un papel muy cortito pero nos regala el mejor número coreográfico de toda la película.
Pese a la decepción general que puede provocar la película, hay cosas rescatables que no caerán en el olvido, como los números musicales de cada una de las actrices (no solo habíamos visto cantar con anterioridad a Nicole Kidman, sino que también lo habíamos hecho con Marion Cotillard en La vie en rose, película con la que consiguió el Oscar en 2007), o la dedicatoria final a Anthony Minghella, director de películas tan emblemáticas como El paciente inglés o Cold Mountain, fallecido en 2008.
La película es muy recomendable para los fans de cualquiera de las actrices del reparto, pero no es apta para amantes del cine musical, ya que se llevarán un gran chasco al descubrir que no se trata de una película cantada sino de una película con independientes números musicales integrados.
Puntuación El Rotoscopio: 6/10
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2 comentarios:
Ves como al final no era tan mala???? jejejejej
me ha gustado mucho la cotillard... te lo reconozco!!!
besos!
A mí la película no me ha gustado nada, pero sí salvo los números musicales por la parte erótico-festiva que tienen. El de la Hudson y la Fergie están genial.
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