Cegada de Amor

Buenos días Familia!!!

Ayer tuve problemas para colgar la entrada sobre “Resacón en las Vegas”, así que espero que hoy no tenga tantos y os emplazo a leer el artículo si no tuvisteis ocasión.

Hoy os quiero hablar de una obra de teatro. O de una película. O de las dos cosas a la vez. Vamos, que viniendo de La Cubana cualquier cosa es posible…

Vayamos por partes: para los que no viváis en Catalunya tal vez no conozcáis “La Cubana”, así que aquí está El Rotoscopio para informaros un poco: La Cubana es una compañía teatral catalana fundada en Sitges en el año 1983, en sus inicios amateur y en la actualidad profesional, pero con intención de mantener este espíritu amateur. Han realizado montajes tanto en castellano como en catalan, entre los que destacan “Cómeme el coco negro”, “Mamá quiero ser famoso”, “Una nit a la òpera” i “Cegada de Amor” que hoy os voy a comentar. De su cantera han salido grandes actores y directores, siendo los más populares José Corbacho y Santi Millán

La cosa no es que haya ido a ver cegada de amor al teatro (más quisiera), y esto es debido a que la obra se estrenó en el año 1994 y, por razones obvias, ya no está en cartel. La cuestión es que TV3 (Televisión de Catalunya) editó en su momento en DVD las obras más importantes de la compañía, y esta en concreto la teníamos en la biblioteca dónde trabajo actualmente.

Cegada de Amor es una película protagonizada por Estrellita Verdiales, una niña prodigio que, a pesar de acercarse a las 5 décadas, todavía actúa como tal. Estrellita se enamora de un joven francés, del que está perdidamente enamorada, pero un terrible accidente (una cagada de paloma) la deja ciega. Mientras se proyecta la película en el cine el público empieza a agitarse: una señora grita escandalizada porque el chico que hay sentado a su lado la está tocando, otro chilla porque la película es en catalán, castellano y francés y no la entiende, y por último hay un par que se dedican a liarla “por que sí”. Es en este momento cuando el público y la película empiezan a interactuar, con los actores entrando y saliendo de la pantalla constantemente.

La obra de teatro fue un prodigio técnico, pero además resulta muy interesante ya que hace homenajes a nuestra cultura cinematográfica y teatral: no son velados las parodias a Almodóvar y a Marisol, pero también podemos ver la eterna lucha teatro vs. Cine, en el que siempre se reclama la autenticidad de un producto sobre el otro.

Se que no es lo mismo ver la obra en persona que por la tele, pero si, como yo, no tuvisteis oportunidad de ver la original, ahora tenéis una buena oportunidad. Preguntad en vuestra biblioteca pública más cercana a ver si podéis ver esta genial puesta en escena.

Y ahora, como estamos ya a viernes, os deseo un fin de semana (aunque tal vez os dejemos nuevas actualizaciones antes de acabarlo).