Separados

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Ella trabaja en una galería de arte. Él es guía turístico en un bus que recorre las calles de Chicago. Ella es Brooke Meyers. Él es Gary Grobowski. Ellos están Separados.

Peyton Reed dirige esta comedia nada convencional en la que Jennifer Aniston y Vince Vaughn interpretan a una pareja cuya relación sentimental se va a pique tras una acalorada discusión llena de reproches provocados por los problemas de la convivencia.

La película empieza con una sucesión de fotografías acompañando a los títulos de crédito iniciales, en las que se nos muestran idílicos momentos de la pareja en situaciones de lo más cotidiadas: los dos felicísimos pintando su nueva casa, los dos juntísimos entre amigos y familiares, los dos disfrutando en un día de disfraces,... Pero una vez puestos en contexto gracias al repaso del álbum familiar, Reed no se anda con rodeos argumentales y ya en la primera escena nos planta en la tragedia: la ruptura de la pareja.

Como digo, Separados no es una comedia romántica al uso, pues no existe en todo el film ni una pizca de edulcoramiento en ninguna de las formas a las que estamos acostumbrados en este tipo de historietas. Todo lo que aquí se narra, se hace desde la perspectiva de dos personajes bien construidos que tratan de sobrevivir en un mismo espacio (convivirán juntos hasta el final), haciéndose la vida imposible a ratos e intentando soportar los celos de los acompañantes que entran y salen. Todo esto sin artificios decorativos, sin personajes secundarios detestables (bueno, sí, quizá el recepcionista gay que trabaja en la galeria de arte sea típico y tópico), y sin músicas empalagosas.

Si la película peca en algo es en caer en el tópico de los roles masculinos y femeninos, no solo en el ámbito de la convivencia (ella tiene que cargar con el peso de la vida doméstica, mientras él solo juega a la videoconsola o ve la televisión), si no también, en la superación de la ruptura (ella sufre y dentro de su sufrimiento, urde planes para darle celos, mientras a él lo único que se le ocurre es plantar una mesa de billar en medio del salón, jugar con sus amigotes, llenarlo todo de mierda, u organizar una sesión de strip-poker). Pese a esta previsibilidad aparente, lo mejor del film es que en ningún momento decae la trama y lo que parece que será, resulta que al final no es.

Separados es, por tanto, una película perfecta para pasar un buen rato, disfrutar de dos actores muy bien dotados para la comedia y especialmente ideal para fans, como yo, de Jennifer Aniston.

Puntuación El Rotoscopio: 6/10
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