Violent Cop: ¡Están todos locos!

Hoy he descubierto porqué Takeshi Kitano recibe el sobrenombre de “Beat”, y es que el tío en sus películas pega unas hostias como panes. O al menos eso deja ver en Violent Cop, una película dirigida i protagonizada por el propio Kitano en el año 1989 (la cual supuso el debut como director del actor).

Alguna vez he dejado caer que me gustan mucho estas películas, tan de moda durante los años 70-80 sobre corrupción, negocios turbios y policías en el centro del meollo (o ciudadanos que se toman la justicia por su cuenta) que muchas veces rozaban, si no estaban de lleno dentro, de la serie B.

En esta cinta encontramos pues a un policía que hace su trabajo repartiendo leches a diestro y siniestro, mientras investiga unos crímenes relacionados con la droga que implican a la propia policía. El policía además tiene en su cuidado a una hermana enferma mental que le traerá varios problemas.

Cabe decir que en esta cinta, como en la mayoría del estilo, el guión es lo de menos (aunque no por ello este no resulta interesante). Lo que importa es retratar esta obsesión por la corrupción de la época. Y Takeshi lo hace de una manera sobresaliente.

A destacar de la película el final. Me he quedado de piedra y me ha gustado mucho a la vez. Si os gustan géneros como la Blaxpotation (aunque en este caso sin afroamericanos, siendo substituidos por japoneses) esta película os gustará.

PD: ¿Porqué algunos actores nipones tienen menos expresividad que un nenuco? De Takeshi lo entiendo, porque es un poco Chuck Norris, pero es que hay una serie de secundarios en la cinta que casi ni mueven la boca para hablar…