A mí, tengo que decir, el género judicial nunca me ha hecho especial gracia, probablemente debido a la ya mencionada sobreexplotación, pero como siempre defendemos con Vir, muchas veces un buen actor/actriz protagonistas te hacen ver una película. Y en esta sale Cher, así que todo queda dicho.
En la cinta, del año 87, Cher interpreta a una abogada de oficio que tiene que defender a un vagabundo mudo (Liam Neeson) ante unas más que fundadas acusaciones de asesinato. Como parte del jurado popular encontramos a un político (Dennis Quaid) que quiere escaquearse de sus labores ante la justicia para poder dedicarse por completo a su campaña, hasta que descubre que quizá resulta más interesante ayudar a la abogada con sus pesquisas… y vaya si lo es…
La película es, en base, la típica película judicial, pero resulta muy interesante sobretodo en la recta final, cuando los dos personajes principales se alían para investigar (a pesar de estar totalmente prohibido) y se descubre que no es oro todo lo que brilla.
Estamos pues, ante una película muy correcta y intrigante para ver, que justifica su visionado, aparte de por los tres grandes actores protagonistas, por el último tramo de metraje, donde se desarrolla toda la acción con mucho suspense.
Os recomiendo pues, que le deis un vistazo.
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