Fargo, de Joel y Ethan Coen

Nunca he sido excesivamente fan de los hermanos Coen. Seguramente “No es país para viejos” sea la película que más me había gustado hasta ahora de ellos, porque las otras que he visto… no me han gustado nada, nada.

A pesar de ello, se han ganado un puesto de renombre en la industria, por lo que no pierdo la oportunidad de ver una película suya cuando se pone en el punto de mira. Y esta vez me alegro de haberlo hecho, ya que Fargo, del año 1996, es una de las mejores películas que he visto últimamente.

Fargo narra la historia de diferentes personajes que, de una manera u otra, se ven envueltos en un “falso secuestro” que no sale todo lo bien que cabe esperar: el marido de la víctima (William H. Macy), que planifica el secuestro para conseguir un dinero que necesita con urgencia, los “matones” que contrata para “hacer el trabajo” (Steve Buscemi y Peter Stormare), que resultan ser más violentos de lo que se esperaba, una policía de apariencia tranquila pero con unas dotes muy buenas para la investigación (Frances McDormand), la secuestrada, el suegro, y un sinfín de personajes secundarios que dotan a la película de una identidad propia que la ha convertido en un clásico contemporáneo.

La película tiene bastantes puntos violentos, pero también muchísimo humor negro, recordándome en ciertos momentos al mejor Tarantino, pero bastante menos bestia… o, mejor dicho, menos “exagerado”, porque los crímenes no son moco de pavo precisamente…

En definitiva, tenéis que verla. Uno de los últimos dieces que he puesto en IMDB, así que: recomendación asegurada.