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Curtis LaForche es un capataz de obra que vive
apaciblemente en un pequeño pueblo de Ohio con su mujer y su hija, una niña
sorda de seis años. Un buen día, Curtis empieza a sufrir fuertes alucinaciones
apocalípticas, que no sabe si son consecuencia de una enfermedad mental
heredada de su madre o se trata de premoniciones reales. Mientras hace frente a
estos problemas, su familia vive con angustia las consecuencias de la crisis
económica que azota al país.
Jeff Nichols dirige ‘Take Shelter’, su segunda película
tras ‘Shotgun Stories’, y que tras su exitoso paso por los
festivales de Sundance o Cannes, se convirtió en uno de los films
independientes más aclamados de la pasada temporada.
‘Take Shelter’ es, de entrada, una película
difícil no solo para esa parte del público habituado a películas más ágiles y
digeribles, sino también para los espectadores más sesudos que buscan historias
complejas.
El trabajo que aquí realiza Nichols es de esos
que una vez vistos perduran en la memoria del espectador durante mucho tiempo,
ya que uno no puede evitar darle vueltas a una historia a ratos oscura y a
otros tantos ratos perturbadora. Pese a que sus dos horas de duración podrían
resultar excesivamente largas, el director mantiene el pulso y logra el
equilibrio perfecto entre las tramas de la crisis y la enfermedad de Curtis, y
aunque todo se desarrolla de forma lenta, en ningún momento se pierde un ápice
del interés de lo que está pasando, pues no cae en la simpleza ni en la
redundancia.
En
‘Take Shelter’ el peso de la historia recae en su protagonista y en el mundo
real e irreal que le rodea: su familia, sus compañeros de trabajo, sus dolores
de cabeza, las visiones o la angustia por creer que está heredando la
esquizofrenia que también padece su madre. Michael Shannon realiza un trabajo
interpretativo impecable, encarnando a un Curtis que nunca cae en la
irracionalidad y que se mantiene firme como marido, padre de familia y
responsable trabajador. Curtis es un hombre que lucha solo, a base de mucha
reflexión interna, contra su incipiente esquizofrenia, intentando que no altere
su vida familiar ni laboral. A su lado, la naturaleza juega un papel
importante, pues es la encargada de enviarle mensajes en forma de advertencia,
y es la que acaba provocando su distanciamiento del mundo real (nadie ve ni
escucha lo que él si puede ver y escuchar).
Por su parte, Jessica Chastain, que encarna a la mujer de Curtis, ofrece otro recital de su buen hacer como actriz, y se muestra conmovedora, en un gran trabajo de contención, tratando de lidiar a partes iguales y con gran desconcierto, con los problemas económicos por los que pasa su familia y con los problemas de salud de su marido.
Una mención especial merece el apartado técnico,
pues tanto sonido como fotografía son dos de las grandes bazas del film, siendo
destacables los sonidos del viento, y una gran variedad de paisajes rurales y
cielos a punto de la peor de las tormentas, de los que caen pájaros
literalmente muertos (¿sucede realmente o es fruto de la cabeza de Curtis?).
Sin
pretender sorprender con giros argumentales espectaculares, con ‘Take Shelter’
Jeff Nichols nos deja acompañar por los parajes de lugar determinado de los
Estados Unidos, a un hombre de lo más corriente pero que cada vez se ve más
solo.
Película
muy recomendable para todos aquellos que disfrutaron con ‘La semilla del diablo’
o ‘Una mente maravillosa’, y sobre todo para aquellos que busquen algo delicioso
pero duro de masticar.
Puntuación
El Rotoscopio: 4/5
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