Últimamente tanto Vir como servidor nos hemos puesto las pilas, así que para no romper la dinámica os voy a comentar una película que vi hace unos días y me dejó fascinado. Se trata de Belle de Jour, una película de Luis Buñuel, que rodó durante su período francés en el año 1967 y protagonizada por una joven y elegante Catherine Deneuve (a la que ya admiraba des de que descubrí como mejor amiga de Björk en Bailar en la Oscuridad).
El argumento de esta cinta es muy interesante: una mujer de clase alta, frígida como un palo, descubre que “le pone” que la humillen. En sueños recurrentes se nos muestran sus fantasías en la que es azotada y insultada, mientras que en su vida real no puede “entregarse” a su marido. Un día descubre el mundo de la prostitución, y pasa a ser “Belle de Jour” y “Severine para el resto del mundo”. A medida que va experimentando con la prostitución su relación con su marido empieza a mejorar, ya que poco a poco supera su frigidez y empieza a sentirse realizada, y empieza a desdoblar su personalidad entre la perfecta ama de casa y la perfecta prostituta.
Esta cinta, no exenta de polémica, arremete contra la burguesía, y puede considerarse un referente en el cine que utiliza los recursos del sueño (o la fantasía) como parte intrínseca de la historia. Absorbente y apasionante, no puedo más que elogiar la excelente labor que tanto el director como los actores llevaron a cabo en esta polémica pero excelente cinta.
Queda recomendada pues, y espero que la veáis todos porque es una muestra de que nuestro cine (aunque en este caso vaya de la mano de Francia), nos ha regalado verdaderas obras de arte.